El CIG-Saúde da Mariña informa de que más de 200 pacientes de la comarca han sido derivados, desde noviembre de 2022, al servicio de rehabilitación de POLUSA, «obligando así a los marineros que tienen que viajar a Lugo por prestaciones, además, de particulares». cuidado de la salud».
Para el CIG-Saúde, esta práctica representa una privatización encubierta de los servicios de salud que deberían ser prestados en el sistema público, porque los ancianos, después de que los pacientes hayan sido evaluados en rehabilitación en el hospital privado, son derivados para tratamiento de fisioterapia «no en el Sanidad pública de Mariña, sino directamente a clínicas privadas, una en Viveiro, otra en Foz y otra en Ribadeo».
Destacan que no tener un área de salud propia “implica no tener poder de decisión y presupuesto propio para mantener los servicios en la región, que se destinará a incrementarlo en los grandes hospitales y en la sanidad privada”. Recuerdan que la supresión del área sanitaria fue una decisión política “con el objetivo de desmantelar la sanidad cercana a nosotros, en una región con una dispersión geográfica como la nuestra”.
El CIG-Salud Marina recuerda que el 30 de agosto de 2017, José Manuel Balseiro explicó que la reforma de la Ley de Salud y la supresión del Área de Salud Marina, lejos de debilitar la atención, permitiría seguir ampliando la oferta de recursos con una atención más cercana , «algo que vemos todos los días es otra mentira del Partido Popular».
Junto a ello, señalan que el 6 de septiembre de 2017, el anterior Ministro de Salud afirmó que con esta reforma sanitaria “avanzaríamos” en un mayor número de actividades que se pueden realizar en la Armada, evitando así el desplazamiento de ciudadanos, «algo que se confirma como una nueva mentira del Partido Popular».
El sindicato nacionalista exige explicaciones a la dirección del Hospital da Mariña y un plan urgente para mejorar la rehabilitación y fisioterapia en la comarca. “Es necesario abordar el abandono de la rehabilitación y fisioterapia, erradicar las listas de espera y dar solución a la situación de las personas derivadas por el SERGAS”, aseveran.
Para lograr este objetivo, el CIG Saúde exige, entre otras medidas:
Ampliación y renovación del servicio de rehabilitación del Hospital Marítimo, con más espacio, más recursos humanos y renovación de medios materiales. Dotar al hospital de dos médicos rehabilitadores, ya que actualmente solo hay uno para una población de más de 70.000 habitantes.
Habilitar fisioterapia en el centro de salud de Burela, hoy inexistente. Esta carencia sitúa a los pacientes de Burela en una situación de desigualdad respecto a otros municipios, ya que los médicos de familia de Burela no pueden prescribir rehabilitación en los casos establecidos por los protocolos del SERGAS, como en el resto de centros de salud. Este hecho provoca la saturación del servicio de rehabilitación del Hospital da Mariña, ya que es el centro de referencia para los vecinos de Burela.
Habilitar fisioterapia en el centro de salud de Ribadeo por la tarde.
Habilitar fisioterapia en el centro de salud de Mondoñedo por la tarde.
Fisioterapia respiratoria infantil en el Puerto Deportivo, sin necesidad de desplazarse a Lugo.
2 fisioterapeutas más en el centro de salud de Foz, 1 más mañana y 1 más tarde por la tarde.
Desde CIG-Saúde da Mariña también exigen conocer el dinero derivado de la sanidad privada para fisioterapia y rehabilitación, piden que el servicio sea 100% público (el único que garantiza calidad y equidad) y la contratación de más personal con el dinero inyectado de forma encubierta para favorecer la sanidad privada.