La Federación de la Construcción y la Madera de la CIG denuncia la posición de la patronal, CCOO y UGT que se niegan a negociar y pactar cualquier tipo de mejoras al convenio estatal de la construcción, que fija cuantías mínimas salariales para el sector. El secretario autonómico de la FCM-CIG, Afonso Losada, advierte de que esta negativa condena a los trabajadores de Lugo «a estar entre los peor pagados del Estado español» y profundiza cada día las diferencias económicas con el acuerdo de Pontevedra, A Coruña u Ourense , donde la plantilla llega a cobrar 1.980 €, 1.119 € y 849 € más al año, respectivamente, que en Lugo.
«Con un convenio que está entre los más bajos del Estado español, no es posible hacer atractivo el sector para los trabajadores», lamenta Losada, quien cree que para atraer personal al sector, dada la demanda actual, «solo el lamentaciones en los medios de comunicación y hay que avanzar en las condiciones laborales, de seguridad y económicas».
Esta situación, añade, cambiaría si se cumplieran las propuestas trasladadas de la CIG a la mesa de negociación: como una subida del 6,5% para compensar la pérdida de poder adquisitivo en 2021 (-4,5%) de forma inmediata y una cláusula de revisión salarial que asegura el IPC en cada año de vigencia del convenio, como ocurre en Pontevedra, donde la mayoría absoluta de la CIG en las elecciones sindicales, se tradujo en convenios que superan con creces al estatal y permitió a los trabajadores cobrar este año 676,34 € de mora debido a la cláusula IPC.
“Mientras tanto en Lugo, tras seis meses esperando una reunión desde que se celebró la última, sin retrasos ni aumento por ahora, con lo que está cayendo. Y eso que, desde el pasado verano, llevan “vendiendo” el aumento de 3 %», dice Losada. Por ello, la central abertzale ha enviado a CCOO, UGT y APEC una solicitud de reunión urgente.
Entre las propuestas del CIG para el nuevo convenio está que se tengan en cuenta las singularidades del sector de la Conservación de Carreteras en cuanto a horarios, guardias o la peligrosidad de trabajar a pie en una vía con tráfico de vehículos al lado.
Asimismo, el incremento del precio de las horas extraordinarias, las actualizaciones de dietas y pólizas de seguro, la introducción del trabajo continuo de verano donde sea posible, la mejora de la retribución de los permisos o la recuperación del artículo que exigía que el salario base de convenio no había sido inferior al salario mínimo interprofesional, eliminado en el último acuerdo.
De momento, apunta Losada, «las negociaciones están paradas hace exactamente seis meses, a la espera de que UGT y CCOO entreguen su propuesta de negociación para este año y se aclare el verdadero motivo del retraso: la aplicación del plan de pensiones de el sector aprobó en el convenio estatal sin que exista una normativa básica que lo regule, por lo que no saben cómo aplicarlo”.
Este plan de pensiones, advierte, se llevará el 1% del incremento pactado para el año 2022 «que se saca de las cotizaciones de los trabajadores para privatizarlo, en un nuevo ataque al sistema público de pensiones avalado por UGT, CCOO, patronal y el Gobierno, con la nueva reforma laboral que acordaron».









