La plantilla de CAPSA continúa con los paros de dos horas y las manifestaciones frente a la fábrica de Robra en Outeiro de Rei, en demanda del cumplimiento de las garantías económicas contenidas en el convenio colectivo. Es decir, que la empresa aplique inmediatamente la revisión salarial según el IPC real.
Como viene siendo habitual durante los últimos cuatro miércoles, los trabajadores pararon de 13 a 15 horas y se concentraron frente a la planta de Corporación Alimentaria Peñasanta SA (que incluye marcas tan conocidas como Larsa o Central Lechera Asturiana).
Pero a diferencia de los días anteriores, el paro parcial tuvo mayor impacto ya que el juzgado admitió la solicitud de medidas cautelares presentada por la CIG, suspendiendo los servicios mínimos impuestos por la empresa al entender que podrían vulnerar el derecho fundamental del personal a la huelga.
A lo largo de diversas reuniones previas a las huelgas y en el marco de una mediación abierta, la plantilla ha ido reclamando la puesta en marcha de la revisión salarial pactada en el IPC real para el centro de trabajo de Robra, sin que la empresa haya asumido aún sus obligaciones.
Ante el incumplimiento de la empresa y la nula voluntad de llegar a un acuerdo, la plantilla se reunirá en asamblea en los próximos días para decidir un nuevo cronograma de movilizaciones.
Para el secretario autonómico de la FGAMT-CIG de Lugo, Christian López, es «irrepresentable que un grupo empresarial ‘de base cooperativa’ que declara grandes beneficios y una imagen mediática de fuerte compromiso con el sector, se atreva a contravenir los términos pactados en la negociación colectiva”.
