Las asambleas de trabajadores metalúrgicos y del comercio del metal que se desarrollan estos días en las principales localidades de la provincia de Lugo apuestan claramente por el conflicto como respuesta al bloqueo patronal a la negociación de ambos convenios colectivos.
En las diferentes asambleas celebradas hasta el momento (Burela, Ribadeo, Viveiro, Lugo y Monforte) hubo un alto nivel de participación (en Lugo el salón de actos del edificio sindical se quedó pequeño para albergar a todo el pueblo) y en sus intervenciones, los trabajadores y trabajadoras expresan su disposición a intensificar las movilizaciones hasta la convocatoria del paro sectorial, en la firme convicción de que sólo a través de la lucha se puede lograr un acuerdo con derechos y que garantice el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios.
Ante la agitación del sector, Afonso Losada, del CIG-Industria de Lugo-A Mariña, dice que la patronal «tiene que asumir que el acuerdo no será tan barato como pretende», en referencia a la mala oferta económica propuesto por la comunidad empresarial y a la pobre respuesta recibida en pasadas negociaciones.
Los acuerdos metalúrgicos y metalúrgicos (que se negocian de forma conjunta en Lugo) terminaron en 2021, pero tras más de una decena de reuniones, la negociación se ha estancado y no hay fecha para una nueva reunión, por la intransigencia de la patronal.
“Si bien ha habido avances en temas como vacaciones o licencias, en la cuestión económica las negociaciones están estancadas”, dice Losada. En ese sentido, aclara que desde el primer momento el lado social dejó claras sus líneas rojas: “con el precio de los productos básicos disparado y el empobrecimiento de los trabajadores, debemos tener revisiones según el IPC real cada año para ajustar los salarios a la aumento descontrolado de los precios y, por supuesto, no nos rendiremos ante los retrasos que se produzcan».
Pero en la última reunión, la patronal partió la tabla al negarse a asumir el pago de los atrasos de 2022, limitándose a ofrecer un pago único de 340€ para todas las categorías “cuando lo que correspondería a un oficial de 1ª serían 1094€”. . Y sigue insistiendo en llevar la revisión salarial sobre el IPC acumulado de los años 22-23-24 y 25 al último año de convenio (2025), en el caso de que sea superior a los incrementos pactados, pero sin retroactividad. efectos (es decir, sin generar retrasos) y aplicar en diciembre de 2025, por lo que pasaría a las tablas del año siguiente.
“Desde el lado social hicimos un esfuerzo para llegar a un acuerdo, pero no vamos a ceder en nuestras líneas rojas”, reitera. Por ello, se adelanta que, una vez finalizada esta serie de asambleas (quedan la Chantada, Vilalba y Sarria) para informar sobre la situación de la negociación y discutir con la plantilla las medidas a tomar, la sede sindical concretará un cronograma de movilizaciones, en la perspectiva de la convocatoria de un paro sectorial.









